Birding familiar en el Día Mundial de los Humedales

Nueva salida de birding familiar para celebrar el Día Mundial de los Humedales con SEO Birdlife CV .

Esta vez el lugar elegido para disfrutar de una nueva experiencia de «birding familiar», organizada por la delegación de SEO BirdLife en la Comunitat Valenciana, fue la Marjal de Almenara. Una zona húmeda de 1.550 hectáreas que formó parte del antiguo y extenso humedal que recorría las costas valencianas desde Pego (Alicante) hasta Peñíscola (Castellón).

Pertenece a la Red Natura 2000, es zona ZEPA y LIC y también se han incluido dentro del Catálogo de Zonas Húmedas de la Generalidad Valenciana (albuferas y marjales litorales), lo que nos da una idea de su alto valor ecológico.

En esta ocasión nos acompañó un animado grupo, formado por varios adultos aficionados a la observación de aves y 3 familias con niños y niñas; por diferentes ambientes de este espacio y disfrutando de la observación de 40 especies distintas de aves (ver lista al final).

Nuestro recorrido …

El punto de encuentro y la primera parte del recorrido la realizamos por el espacio conocido como “Els Estanys de Almenara”. Una serie de lagunas de aguas transparentes que manan desde la misma roca y que nos sirvió para hablar de la importancia de los humedales y su conservación.

Allí mismo, una vez hechas las presentaciones y repartido el material de observación (que como siempre hemos de agradecer a Viking Optical), aparecían ante nosotros algunos Aviones roqueros y un Águila calzada que nos ayudaron a comenzar a familiarizarnos con el uso de prismáticos

Poco a poco, mientras avanzábamos por el sendero que transita rodeando «els Estanys», se iban sumando pajarillos a nuestra lista (Petirojos, Tarabillas, Colirojos, Cetias, …). También aparecían las primeras aves acuáticas como Cormoranes, Gallinetas, Fochas y un magnifico ejemplar de Calamón alimentándose tranquilamente frente a nosotros y que pudimos observar a placer con los telescopios y que los asisntentes pudieron identificar con la ayuda del Cuaderno de Naturaleza Tundra dedicado a aves acuáticas que habitualmente utilizamos en todas nuestras actividades de birding familiar.

Así fuimos llegando hacia el observatorio. Allí la visión fue un poco decepcionante por el poco movimiento de anátidas (un lejano Cuchara y un par de Azulones), así que decidimos seguir la ruta y poner rumbo a la zona de arrozales en busca de nuevas especies no sin antes disfrutar de la observación de un Busardo ratonero sobre la colina. Mientras los chavales ya habían encontrado una nueva forma de entretenerse y disfrutaran de lo lindo deshaciendo los «puros» de las Eneas y dispersando sus semillas «emplumadas».

En este nuevo entorno aparecieron pronto las ardeidas: Garza real, Garceta grande, Garcilla bueyera, Garceta común a la que sumamos una Garcilla cangrejera que nuestro guía Virgilio había observado previamente al inicio de la excursión. En la distancias se movían algunas otras aves entre las que pudimos distinguir Gaviotas reidoras y Avefrías.

Pudimos disfrutar con la evoluciones de los Águiluchos laguneros e incluso distinguir juveniles, hembras y machos atendiendo a sus plumajes. También nuevas especies como Lavanderas blancas, Bisbitas pratenses, Mosquiteros comunes, Buitrones y un Carricerín real detectado por Teresa por su canto.

También una preciosa Abubilla posada en un camino que parecía pedirnos que enfocáramos los telescopios hacia ella, por el rato que permaneció «posando». Un nutrido bando de Jilgueros, Verdecillos y alguna Curruca capirotada posados en arbustos y alimentándose de las semillas del «Diente de león», nos sirvió para hablar de la importancia de conservar las «malas hierbas» en nuestras zonas agrícolas porque son el alimento invernal de miles de aves como estas.

De vuelta al parking tomamos los vehículos y nos dirigimos a la costa. La idea era completar la excursión tratando de añadir algunas aves marinas a nuestra lista. A pesar de que el viento nos respeto mucho durante la actividad, cuando la previsión no era nada alentadora, el mar se encontraba bastante movido.

Las olas rompiendo con fuerza contra las rocas hicieron divertirse de lo lindo a los más pequeños, pero no facilitaban la presencia de aves,excepto algún atrevido Cormorán grande.

A pesar de ello, con un poco de paciencia, logramos identificar algunas Gaviotas patiamarillas y cabecinegras en el mar, un par de Alcatraces pescando sobre el horizonte y un sorprendente Págalo grande que se cruzó en el momento oportuno ante el telescopio de nuestro guía.

En resumen una nueva experiencia de «birding familiar» que resultó enriquecedora para tod@s y que nos permitió conocer un poquito mejor las aves que habitan en este precioso humedal mediterráneo y dar a conocer el trabajo que SEO Birdlife desarrolla para ello.