Observar el vuelo majestuoso de los Buitres leonados sobre la Sierra de Mariola en compañía de nuestro guía Virgilio, escuchar el sonido de las aves en el bosque, respirar el aroma del tiempo de vendimia, sentir sobre la piel el fluido que libera las uvas al pisarlas y degustar los vinos elaborados con mimo por Joan Cascant hacen de “Birds&Wines” una experiencia que se disfruta con todos los sentidos.

Así lo pudieron disfrutar Cristina, Paco y Maribel en la última edición de esta excursión que organiza ACTIO Birding en colaboración con Celler la Muntanya en la que, además, tuvimos la oportunidad de asistir y participar en el nacimiento de un nuevo vino elaborado a partir de una uva propia de estas tierras, la Faranna, que se ha sido recuperada de forma casi milagrosa por Joan Cascant y el proyecto Microviñas.

Pero empecemos esta crónica por el principio.

Después de recoger a nuestros clientes en Valencia nos dirigimos hacia Alcoi, una de las “puertas de entrada” del Parque Natural de la Sierra de Mariola. Una vez atravesada la ciudad nos dirigimos al corazón del parque: la Font de Mariola.

Allí tras reponer fuerzas con el café y la tradicional “coca de llanda” aportada por nuestro guía, da comienzo la primera parte de nuestro recorrido. Pero casi sin dejarnos acabar el desayuno, aparecieron en escena un Buitre leonado y una pareja de Águilas reales que se dejaron ver, luchando contra el viento de poniente sobre los cortados, en varias ocasiones. Tras un paseo por el bosque, en el que observamos y escuchamos algunas otras especies, emprendimos rumbo al Barranc del Cint donde se asienta la mayor colonia de cría de Buitre leonado en Alicante.

Las condiciones atmosféricas del día no favorecía la formación de las corrientes térmicas que los Buitres leonados precisan para volar así que pudimos observar a varios ellos posados en las rocas. Su cercanía permitió a nuestro guía poder llamar la atención sobre las diferencias entre adultos y jóvenes y sobre las marcas alares que algunos de ellos portaban en sus alas.

Otras aves de entornos rupícolas como el Avión roquero y el Roquero solitario también se mostraron en el Barranco, así como una Culebrera europea con todo el aspecto de ir ya en migración.

Alcanzado ya el mediodía nos dirigimos a la bodega donde nos esperaba Joan para explicarnos como se elabora el vino bajo los parámetros del proyecto Microviñas en el que se integra Celler la Muntanya. Toda una apuesta por el territorio, por sus valores paisajísticos, culturales y etnológicos, por su historia, por sus uvas … y por las gentes que las cultivaron y las que ahora las mantienen. Fluyó la conversación y se estableció una gran sintonía entre bodeguero, arquitectos, biólogo y fotógrafa … y los periodistas de SamarucDigital (Alvaro y Javi) que nos acompañaban desde primera hora de la mañana tomando imágenes y sonidos de esta experiencia para contarla próximamente en su plataforma on-line.

 

Y fue tanta la sintonía que surgió de Joan la propuesta de colaborar con la elaboración del nuevo vino de Faranna … pisando la uva. Y no lo dudamos lanzándonos a vivir una experiencia única que no olvidaremos.

Y concluyó nuestra visita a la bodega como no podía ser de otro modo: con la degustación de algunos de los excelentes vinos aquí elaborados y de los que nuestros amigos pudieron disfrutar con las oportunas explicaciones de su “autor”

Pero “Bird&Wines” reserva una sorpresa a final de la jornada: la Albufera de Gaianes. Este pequeño humedal que se localiza muy cerca de la bodega está situado entre la Sierra del Benicadell y la cola del pantano de Beniarrés y está rodeado por algunos de los viñedos que producen la materia prima para los vinos que acabamos de degustar. Es el lugar ideal para despedir un día lleno de sensaciones observando las aves que lo utilizan como zona de alimentación y descanso mientras el sol se pone tras la cumbre del Montcabrer que cierra el horizonte.

Fochas comunes, Zampullines chicos, Azulones y un sinfín de pajarillos son habituales en el humedal y permiten ampliar la lista de especies observadas durante la jornada. Pero de vez en cuando también aparecen las sorpresas. En esta ocasión fue la aparición en el centro de la laguna de un solitario Somormujo lavanco descansando y acicalándose (lejos para hacerle una foto pero bien visto con el telescopio) y un familia de los espectaculares Calamones.

Y ya con el sol ocultándose cerramos la jornada para emprender el regreso a Valencia esperando una nueva fecha para volver.