Aunque nuestra colaboración en medios de comunicación es cada vez más frecuente, la semana pasada fue excepcionalmente  «mediática» al coincidir dos entrevistas a lo largo de la misma.

El martes 10, fui invitado al espacio de Acció Ecologista Agró en Radio Klara que conduce Marcos Plá, educador ambiental y apasionado de la comunicación, que me pidió que diera, en antena, algunas sugerencias sobre de donde observar aves este verano en la Comunidad Valenciana.
Desde luego no son los mejores meses para salir al campo … pero me atreví a señalar algunos espacios naturales que pueden tener atractivo para los aficionados a las aves o simplemente para los amantes de la naturaleza en sentido amplio.

Lógicamente salieron algunos de los rincones que para mí tienen más atractivo en esta época como los sotos fluviales, con la pléyade de aves que los utilizan como lugar de cría o alimentación. Oropéndolas, Picos picapinos, Abejarucos, Martines pescadores, … darán colorido a nuestros bosques de ribera junto a una lista interminable de paseriformes que con sus cantos alegran estos cursos de agua. Y nombramos el Parque Natural del Turia, el curso del río Cabriel y, como no, hablamos de un lugar con un encanto especial como es el río Palancia en cuyo nacimiento confluyen las características de un curso fluvial con las de los hábitats ligados a las sierras interiores (roquedos, pinares, sabinares, …) al estar enclavado entre algunas de las montañas mejor conservadas de la Comunidad Valenciana (a pesar del azote de los incendios forestales) y donde es posible observar rapaces como el Águila real, el Halcón peregrino, el Alimoche o el Buitre leonado.

Y transportados como ellos por las corrientes, o por las ondas en nuestro caso, fuimos a parar a otras montañas emblemáticas: las del Maestrat. Una región a caballo entre 3 comunidades autónomas (C. Valenciana, Aragón y Cataluña), que también conserva enormes valores naturales a la par que históricos, culturales y etnológicos. 

Unas montañas que despertaron la pasión por las aves de este que escribe ya hace años cuando con mis primeros prismáticos rusos al cuello seguía el vuelo de los buitres leonados, el graznido de las chovas piquirrojas o trataba de identificar decenas de pajarillos que se movían entre los muros de piedra seca y que no eran otros que: Colirrojos tizones, Collabas grises, rubias y hasta alguna negra, Roqueros solitarios y rojos, Bisbitas, Cogujadas,  y un largo etcetera.ImagenFoto: Virgilio Beltrán

Y no dejamos de nombrar los humedales que costeros. Porque si bien estos acusan los rigores del clima mediterráneo, y no muestran en esta época la exhuberancia hídrica del invierno que atrae a centenares de anátidas, limícolas y otra especies invernantes; acogen en época estival un buen número de especies de garzas y distintas especies de «charranes» que los utilizan la mayoría de las veces como zona de alimentación y, en alguno de ellos, como lugares para instalar sus colonias de cría como ocurre en la Marjal dels Moros o el Parque Natural de la Albufera

Pincha en este enlace para escuchar la entrevista.ImagenFoto: Virgilio Beltrán

Y el sábado 14 fue el espacio SER Viajeros Comunitat Valenciana, dirigido y conducido por dos grandes periodistas como son Chevi Dorado e Inma Pardo, el que me dio la oportunidad de volver a las ondas en la sección que el programa dedica al Turismo Ornitológico. Una sección en la que presentamos, cada mes, una de las aves que pueden ser contempladas por los aficionados a este afición de la observación de aves o «birdwatching«.

Y esta vez elegimos uno de los pájaros más vistosos de la fauna española: la Abubilla.  

ImagenFoto: Rafa Torralba

Un ave singular por muchos aspectos comenzando por su onomatopéyico nombre que imita su rítmico canto «bub-bub-bub». Un hecho que se repite en otras lenguas como el valenciano (Puput o Apalput), el inglés (Hoopoe) o incluso en su nombre científico en latín:  Upupa eppos, lo que nos da idea de que no es un ave que pase desapercibida allí donde es común. 

Pero además es un ave bella. Que con solo 3 colores (rosado-anaranjado, blanco y negro) resulta un ave vistosa, elegante y hasta cierto punto sofisticada. Sin duda en ello colabora su «tocado» de grandes plumas de puntas negras que despliega en señal de excitación o alarma, su largo pico curvado y unas alas anchas y redondeadas, que en vuelo recuerda vagamente a una ajedrezada mariposa gigante.
Algunos ven en ella a un gran jefe indio con tocado de plumas, fumando su larga pipa de la paz!! 

Si os apetece escuchar mi intervención podéis hacerlo en este enlace a partir del minuto 27:20. Es corta pero creo que fue muy divertida!!

Virgilio Beltrán

Director Técnico ACTIO Birding