El Nacimiento del Río Palancia es uno de esos “paisajes mágicos» que uno encuentra en algunos rincones de  de la Comunidad Valenciana” y del que el botánico Cavanilles en 1975 escribía …

«El río Palancia pobre en su principio, recibe tantas y tan copiosas fuentes entre el Molinar y Bejis, que es ya respetable en las cercanías de esta villa. Las aguas de dichas fuentes descienden precipitadas de bastante altura, unas en arroyos, y otras en cascadas hasta el cauce del río, y allí encontrando enormes peñas caidas de los montes, se estrellan y espuman con estruendo. Por efecto de su frescura los vegetales viven alegres en aquellas quebradas y graderías naturales, donde crecen con lozanía los almeces, arces, fresnos, espinos, cornejos, cervales y otros arboles que parecen disputarse el terreno. Enrédanse entre ellos, y no pocas veces los tapizan las parras, madreselvas, clemátides y zarzas, a cuya sombra y entre peñas vegetan la doradilla, el polipodio común y culantrillo: vense también los hieracios velloso y pilosela: los antirrinos mayor y de peñas, la yerba doncella, la palomilla de nueve hojas, la salicaria, y las conizas saxatil y squarrosa de Linneo, con otras infinitas plantas.» (J. CAVANILLES,1795).

Olvidaba el ilustrado científico valenciano que entre esas peñas donde nace tiene el Buitre leonado una de sus colonias de cría en la Com. Valenciana , el amenazado Alimoche uno de sus últimos refugios y otra rapaces como el Águila real o el Halcón peregrino, sus territorios de caza. Y tampoco citaba entre las especies que habitan esos bosques al Herrerillo capuchino, el Pico picapinos, el Zorzal charlo o el Chochín.

Toda esta magnífica biodiversidad, enmarcada en un espectacular entorno geológico esculpido por el agua, fue la que Virgilio trató de mostrar a los más de 30 participantes que acudieron a la excursión organizada por ACTIO Birding para Castellón en Ruta.

Desde la Fuente de los Cloticos hasta el Estrecho del Cascajar hubo momentos para hablar de los árboles que pueblan esta parte de la Sierra del Toro y de como van sucediéndose las especies conforme vamos ganando altura. Y de las adaptaciones para la diseminación de sus semillas por las aves que ha desarrollado el Muérdago. Y de las técnicas de vuelo del Buitre leonado, …. y de tantas otras curiosidades que el bosque nos iba mostrando al avanzar hacia el nacimiento  y que muchas veces solo son apreciadas y cobran sentido cuando son interpretadas por un guía.

Tras recorrer la estrecha senda que lleva al nacimiento obligados a cruzar de tanto en tato el crecido río llegamos hasta el punto del que Cavanilles escribía:

» Los montes cortados como a pico por centenares de baras, dejan una garganta que luego se ensancha por espacio de unas mil varas; estréchase nuevamente y a media legua del molino en un sitio fragoso está la rambla Seca y el nacimiento del río, brotando el agua por las grietas de las peñas.»

No pudimos atravesar la garganta debido a la cantidad de agua pero disfrutamos de ese momento antes de regresar hacia nuestro punto de partida aunque por una ruta diferente que nos llevo a la aldea de El Molinar. Es este un antiguo caserío rehabilitado que en medio de las casas conserva una bonita era y en sus alrededores unas preciosas pozas de agua azulada.

Tras recorrer los últimos metros por dentro del pinar en el que eran patentes los efectos de las nevadas del mes de enero llegamos de nuevo al punto de partida en el paraje de Los Cloticos.

Tras comer en el Camping del mismo nombre nos despedimos de los participantes pero aún pudimos dedicar las últimas horas del día a descubrir el Pozo de la Torrecilla una de los maravillos rincones ocultos de este río Palancia que, a pesar de sus apenas 85 km de recorrido, es el  más importante de la provincia de Castellón.