A finales de enero hicimos una visita a Gallocanta para disfrutar del magnífico espectáculo de la llegada de las grullas a la laguna al anochecer y de la salida de los bandos al amanecer.

Después de un viaje desde Valencia con alguna breve parada en los sabinares de Puebla de Valverde y en las zonas esteparias en torno a Alfambra llegamos al atardecer a Gallocanta donde tras una breve espera comenzaron a llegar los bandos de grullas.

Durante algo más de una hora disfrutamos de unas magnificas imágenes de los distintos bandos entraban a la laguna coincidiendo con una espectacular luna llena.

Cuando ya la luz no nos permitía tener buena visión de la laguna ni de los bandos de grullas que seguíamos oyendo llegar, nos dirigimos a Allucant donde nos alojamos.

Allí, después de la cena, pudimos recabar valiosa información de Javi, su propietario, sobre los mejores lugares y horario para la observación de la salida de las grullas al amanecer.

Sin embargo la suerte no nos acompañó por la mañana. Después del inevitable madrugón y del frío (aunque más soportable que en otras ocasiones debido a este extraño invierno cálido) la niebla no nos permitió tener una buena visión de la laguna y aunque el sonido de los trompeteos de los bandos nos hacía intuir la enorme cantidad de aves que se concentraban allí, apenas algunos bandos que pasaron cerca del observatorio se hicieron visibles.

Pero a media mañana ya había levantado la niebla y pudimos disfrutar de otros avistamientos en un recorrido circular alrededor de la laguna. Ortegas, Tarros, Aguiluchos laguneros, Escribanos soteños, Calandrias, … y algunos mamíferos como varios corzos o un precioso zorro fueron algunas de las especies que se cruzaron con nosotros y algunas de las cuales pudimos fotografiar.

También algunos bandos de grullas procedentes del norte aparecieron a media mañana y se posaron en la laguna y sus alededores

 

Pronto las grullas abandonarán este lugar y volverán a sus zonas de nidificación en el norte del Europa.