Como resultado de las intensas lluvias caídas en el interior de la provincia de Valencia y Albacete en la primera semana de agosto, la desaparecida laguna de San Benito ha recuperado parte de lo que fueron sus dominios.
Se trata de una laguna endorreica, sin salida o desagüe natural, situada entre los términos municipales de Ayora (Valencia) y Almansa (Albacete).
Aunque hasta el siglo XIX fue una laguna permanente, aunque lógicamente sujeta a las fluctuaciones típicas de estas lagunas interiores, fue desecada mediante un canal de drenaje para utilizar su vaso como zona de cultivo y evitar las «fiebres» (paludismo) que el agua estancada provocaba en la problación local…como tristemente ocurrió en tantos otros lugares de nuestro país.
A pesar de no ser una zona húmeda permanente se haya incluida en el Catálogo de zonas húmedas de la Comunidad Valenciana, y también en el LIC Sierra de El Mugrón de la Red Natura 2000. Ello es debido a que cuando se producen fenómenos como el de estas últimas fechas, con intensas lluvias en un corto periodo de tiempo, el agua recupera el espacio que le es propio e inunda la zona.
La última inundación destacable tuvo lugar en 1984 por lo que hacía 30 años que no ocurría algo así (la anterior curiosamente fue en 1956 otros «casi 30» años antes).
En vista de que un hecho de estas características es tan raro de observar, y sabedores por varios compañeros de la Societat Valenciana de Ornitologia (SVO) que la laguna estaba siendo ya utilizada por distintas especies de aves limícolas, anátidas y otras en migración, decidimos acercarnos a recorrer este espacio.
Además de un numeroso grupo de Ánade azulón, algunas Garzas reales, 3 Garcetas comunes y un solitario Flamenco juvenil que se hallaban en el centro de la laguna, lo más interesante fue la variedad de limícolas que pudimos observar. Resulta sorprendente como una masa de agua «aparecida» de la noche a la mañana se ve tan rápidamente ocupada por estas especies que, sin duda, la utilizarán como zona de descanso por horas o días antes de seguir su camino hacia el sur.
La lista la formaban: Cigüeñuela, Andarríos chico, Andarríos bastardo, Chorlitejo grande, Correlimos común, Archibebe común, Archibebe claro, Combatiente y Avefría, aunque otrso compañeros han citado estos días Andarríos grande, Aguja colipinta y Agachadiza común.
Otras especies que se han citado estos días son Zampullín común y Zampullín cuellinegro, Morito, Aguilucho cenizo, Aguilucho lagunero y Cigüeña negra.
Después de disfrutar de la observación de estas aves y otras más propias la llanura cerealista que era hasta hace solo unas semanas (Cornejas, Cernícalo primilla, Abejarucos, Golondrinas comunes, Cogujadas, …) nos dirigimos al cercano Embalse de Almansa del que teníamos noticias que había sido dotado recientemente de observatorios para la observación de aves en la cola del mismo.
No pudimos acceder a los mismos, dado que las recientes lluvias habían provocado el desbordamiento del pantano y la inundación de varios caminos, por lo que resultaban impracticables. No obstante nos llevamos una buena impresión de las tareas de acondicionamiento y volveremos a explorar la zona con detenimiento ya que nuestro compañero Rafa Torralba también nos ha hablado bien de la zona.