Durante los meses de invierno en el Golfo de Valencia se concentra la mayor parte de la población de la escasa Pardela balear (Ruffinus mauretanicus).
En esta temporada es bastante habitual, y casi constante, el paso de “trenes” de pardelas moviéndose a norte o a sur según la hora del día o la disponibilidad del alimento, así como la formación de balsas de pesca de centenares y hasta miles de ejemplares. A veces pasan a pocos cientos de metros del cabo de Cullera aunque otras se llegan a adentrar varios kilómetros mar adentro para pescar. Entre las que es posible, aunque no resulta fácil, localizar alguna P. mediterrránea (Puffinus yelkouan) que se distingue por su ligeramente menos tamaño y una coloración más blanca en el vientre y pecho.
Tampoco resulta extraño encontrar en este punto, frente a la playa del Dossel, bandos de Negrones comunes (Melanitta nigra) entre los que, ocasionalmente, se inserta algún Negron especulado (Melanitta fusca). Entre las especies del género Larus son abundantes las gaviotas reidoras (Choroicocephalus ridibundus) y entre ellas, más frecuente en verano, suele aparecer alguna gaviota cabecinegra (Ichthyaetus melanocephalus). Más comunes son las grandes Gavitas patiamarilla (Larus michaellis) y se dejan ver algunos ejemplares de Gaviota de Audouin (Larus Audouini) y G. sombría (Larus fuscus).
Más raro, aunque tampoco infrecuente en invierno, es la observación de Págalo grande (Stercorarius skua) y de Alca común (Alca torda) normalmente alejados de la costa los primeros y más próximas a las rocas del promontorio del cabo las segundas.