Parque Natural de la Albufera: dunas y playas

Alguna vez hemos contado lo difícil que resulta trabajar en la Albufera los fines de semana durante la temporada de caza debido a que muchos de los caminos que atraviesan los arrozales son cortados para controlar los accesos a los “vedats” (cotos de caza de anátidas).

Un ejemplo más de como el “aprovechamiento cinegético” se impone sobre otros usos del espacio público incluso dentro de un Parque Natural donde, además del birdwatching, también se practica cicloturismo o pesca en los canales, por citar algunas actividades al aire libre

Además, no resulta en absoluto agradable para los aficionados a observar aves, y para los amantes de la naturaleza en general, estar escuchando el tiroteo continuo que se produce a lo largo y ancho del arrozal que circunda el lago, sabiendo que esos disparos están acabando con las aves que nosotros venimos a contemplar y/o fotografiar.

Deja muy mal cuerpo saber que esos disparos están acabando con la vida de miles de patos en cada día de tirada durante 8 sábados de “tiradas” y los 5 días de cábilas, en las que son poquísimas las pocas oportunidades que tiene las aves frente al fuego continuado de varias escopetas (como se observa en estas imágenes).

Y genera rabia, frustración e impotencia encontrar después por los arrozales especies protegidas o “no cinegéticas” tiroteadas como rapaces, garzas o cormoranes, sabiendo que los que han perpetrado estos delitos se saben impunes porque no hay guardería ni SEPRONA que controle su actividad.

Pero afortunadamente el Parque Natural de la Albufera está formado por diferentes hábitats y en algunos de ellos no está permitida la caza como es el caso de la restinga o cordón dunar que separa el lago del mar y que conocemos como “La Devesa“.

Básicamente esta formada por 2 cordones dunares (movil y colonizado por vegetación adaptada a ese tipo de hábitats el primero y ocupado por un pinar con abundante matorral que lo fija el segundo). Entre ambos zonas inundables denominadas “malladas” donde es posible encontrar comunidades vegetales adaptadas a suelos salinos.

Este sábado decidimos darnos una vuelta por el primer cordón dunar y disfrutar de la presencia de aves comunes, pero no por ello menos atractivas, e intentar localizar algunas otras menos abundantes y por ello más interesantes como le Búho o Lechuza campestre (Asio flameus) que suele ser habitual en este hábitat aunque con números variables según los años.

Autor: Víctor París

Autor: Víctor París

Algunas imágenes de especies observadas durante el recorrido

Y otro lugar en el que podemos dedicarnos tranquilamente a nuestra pasión es la orilla del mar.
Y precisamente es en esta época cuando la ZEPA Marina de la Albufera presenta un mayor atractivo debido principalmente a las concentraciones de Pardela balear (Puffinus mauretanicus) que se dan frente a las playas de la Devesa.

 

Integradas en los mismos bandos podemos observar algunas Pardelas mediterráneas (Puffinus yelkouan) y sobre el horizonte los elegantes Alcatraces atlántico (Morus bassanus).

También resultan interesantes los grupos de Negrón común (Melanita nigra),  habituales invernantes en la zona, o la presencia de jóvenes Cormoranes moñudos (Phalacrocorax aristotelis) y diferentes especies de Págalos,  bastante más pero escasos.

Más difícil es dar en el mar con especies ocasionales como Serretas o Colimbos.

Más fácil resulta topar en la orilla con especies limícolas como Correlimos tridáctilos (Calidris albay Chorlitejo patinegro (Charadrius alexandrinus) y, en menor medida, otras especies como el Correlimos común (Calidris alpina) o Chorlito gris (Pluvialis squatarola).